Cuéntame de los días que ganamos
tirados en tu cama
cuántas colas de luciérnaga coleccionaste en vasos
de mermelada, viejos y vacíos y si lo hiciste
léeme las cartas que escribiste en primaria
como ejercicio de tu libro de español
tu experiencia cuando te diste un ajo en el bosque
el primero de las piedras brotando del fuego
cuéntame del disco de Pink Floyd si tuviste alguno
sobre la neoplasia que amarró a tu madre a las sábanas
en qué letra del título te detuviste al leer a W. Benjamin
cuéntame en qué ‘x’ te escapaste de tu cita
qué piensas de los problemas de dicción
y con cuál canción de Radiohead te sientes más miserable
cuéntame qué tanto es tuyo – en ti – y cuánto de otros
escríbeme a las cinco de la mañana con los ojos cerrados
pregúntame por el after
cuéntame qué número (s) del eneagrama en esta barra
qué colores en esta barra
qué canciones en esta barra
qué soundtrack acompaña a este plátano endulzado
cuántas cajetillas de cigarro esta semana
y platícame cuánto cereal para el desayuno
dime dónde escondiste el primer diente de leche que te soltó
cuéntame del tatuaje que todos confunden
de tus exnovias y la falsa vida promedio de los 70’s
por la que prefirieron hacerte llorar
platícame sobre esas nudes que te hiciste y no enviaste
háblame de Jaime Maussan y de los mejores carteles musicales de la historia
de la propaganda rusa y de teorías de la conspiración
ándale
mándame un meme.